lejos de la lascivia la niña corría entre rosas chocando con las espinas y las corolas
la niña/niña de la ciudad liberada en las tardes de estío con aroma a helados de vainilla y limón
fiesta de palomas en el cielo con sol rozando las nubes allá tan elevadas
como nuestras pinturas inocentes de chiquillos vagos entre asonadas y cantatas
la niña corría en medio de un campo de rosas escuchando a thom yorke que cantaba street spirit
y el verdor de la hierba reflorecía sintiendo su tierna alegría de musa terrestre
sin corona ni jazmines, sola entre las rosas y la brisa del verano en ese campo mojado y oloroso
oh último viento de la hermosura como un sueño y la música pintando el paisaje en color pastel
la niña corría hacia la ciudad cuando la noche se llenaba de estrellas como en un cuadro de van gogh
y su pequeño corazón amaba el verdor, las rosas, el viento, la canción
4 comentarios:
Hamletmaschine, te has referido al comentario del post anterior. Sucede que cuando se habla de recuperaciones, dudo. Quisiéramos recuperar el tiempo perdido: en busca del tiempo perdido, como en la novela de Proust... y nada regresa, todo se fue. Tal vez puede volver y volverá aquello que uno anhela, mas no será aquello, será algo distinto... Si acaso vuelve para acrecentarse en una dicha nueva, estaríamos hablando de la felicidad (¿habrá felicidad que permenece? sí, fugaz...) Pienso en Truffaut, removiendo estas deliberaciones a la hora de filmar... Las grandes preguntas se pierden hoy en la vida con vértigo y desprecio por el silencio ( o miedo o y miedo). Chao Hamletmaschine.
11.10.07 - 7:56 pm
hamletmaschine dijo...
El último enigma, el definitivo, será el tiempo. Tal vez un cyborg alephico sea su conquistador. Y todo lo perdido, volverá...
11.07.07 - 8:00 am
dije:
Algo pasó. Contesté el comentario, antes. * Preguntando: ¿Tú crees Hamletmaschine? E...
11.07.07 - 5:12 pm
Y persisto con las madrugadas. Había una recurrencia que eliminé. Un par de palabras y el sentido y del sonido se corresponden, ahora sí...
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