
él era el diseñador de modas, un diletante enamorado de las mujeres etéreas.
el choque simétrico copó la armonía de ambos seres en un espacio recreado para ofrecer glamour: él y ella se vieron como dos extraños dispuestos a devorarse lentamente. ambos, flaneurs y errantes, enhiestos como dos nobles animales.
la ternura de los salvajes los cubrió.
foto tomada de google.
1 comentario:
dije:
A media noche la niña musa se despertó. Sonreía gloriosamente. * Aviso: Busco el movimiento. Generaré mi propio diálogo virtual en pos del movimiento. He dicho.
11.08.07 - 1:37 am
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