hey, gritan ¡tío! en el combi y el anciano baja a rastras en el quinto paradero de la calle las acacias. a nadie le importa que se golpee la rodilla. es un viejo pobre se nota y las muchachas bonitas ríen, las mismas a las que x, el poeta de las revistas universitarias, les dedica loas en artículos kitschs. tú usas el pelo recogido y lentes oscuros, eres flaca y distante. nadie te dedica poemas y el anciano es tu abuelo, con el síndrome de alheizmer y la mirada de un monarca desterrado.
en algún lugar, un pelele piensa en ti y escribe torpemente que te quiere. no es el cobrador del combi. no, es otro pelele.
1 comentario:
estaba molesta. no quise esperar. plaaf, simplemente tenía fresco el recuerdo del anciano y escribí...
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