los hemisferios cerebrales brillan y se oscurecen alternadamente. los míos, se han aquietado y tienen un cielo encapotado encima.
es hora de viajar y reposar en una estación recreada como biblioteca y espacio profano. girar, intentar el desequilibrio que conduzca a cierta levedad, en la carencia y la transformación. la ausencia de cierto pilar sobrepasa esa melancolía creadora que alguna vez pensaste te ponía a salvo de tus monstruos. quizás ellos renacen cuando te faltan fuerzas para mirarlos cara a cara. y no hay final, tampoco hubo principio.
16 comentarios:
Se sabe que Matteo Ricci, uno de los sinologos fundamentales del siglo XVI, había refinado a tal modo su "Palacio de la Memoria", que contaba con una de las bibliotecas más desarrolladas y consultadas del continente, todo en las bóvedas de su mente... No son poderes mutantes, creo que esos atisbos están en cada uno, se quiera o no. Los detonan un aroma o un sonido, más seguido una imagen. Yo pienso en esto que dices como un resguardo, un refugio, una estación de tránsito. Mientras pasa la tormenta. Y siempre pasa, eso es el Uroboros...
Me quedo enganchado con tu uso de la palabra "monstruos" (desovillando todavía esa madeja) en donde me hubiera predispuesto a leer "fantasmas". Y pienso en qué diferencia a los monstruos de los fantasmas y caigo: ¡tienen masa! ;-) Los monstruos, a diferencia de los fantasmas, son corpóreos. En eso, se nos parecen...
salutes
La idea de la estación de tránsito operó mi apreciado Hamletmaschine.
El alma está en el cerebro decía alguien de quien no recuerdo su nombre. Nicho tal vez lo sepa, porque es un compatriota suyo.
Y el cerebro se agita, se aquieta, se rebela en medio del constante movimiento. Ya es es todo eso más que una tormenta. Así que es posible forjar la estación de la que hablas. Esa tambiés una idea hermosa: la estación zona.
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Oh, podríamos hablar de los monstruos que están fuera y de los que están dentro. Así que eso va tomando mayores dimensiones en lo que se calibra aquí en el cerebro...
Los que están dentro de uno,esos monstruos acogidos y benditos...
Me rayo con la idea de los monstruos, Pablo Sebastián.
Especialmente bajo un cielo encapotado, los monstruos se derriten si los miras a los ojos. Y entonces la levedad...
Abrazos, rain.
Suerte!
No desescriba usted nada, por favor. Aunque la tentación sea fuerte.
Yo tengo días que lo desescribiría todo, desescribiría incluso lo que no he escrito. Pero hay que apechugar. Darle duro.
Un abrazo
Desescribir. Interesante concepto.
A veces, más que desescribir, preferiría desvivir, desandar, deshablar...
Hola Frac. Llegaste a esta zona :)
Vamos, que me brindas una imagen significativa. Por analogía, encuentro la metáfora del derretimiento, como sintomática de algo sintético. Y a la vez esta idea me lleva a pensar en la calidad de lo artificial. Se van desmadejando las ideas...
Grax y un abraxo.
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J.Alvargonzález, ¿sabes? hay palabras que al recibirlas atraviesan lo que uno es, enteramente.Un abraxo por las tuyas. Las acojo.
Desescribir, no para abandonar la escritura.
Un abraxo.
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Perzival, desvivir, en mi caso implicaría dejar a un lado lo que es imposible dejar, a menos que fuera una desalmada. Sí, algo así.
Cuando ya no se puede desandar,se puede desescribir a manera de desandar, en otro plano. El recorrido de lo escrito, mirar atrás para mirar adelante. No sé, no tengo certezas. Y ya no sigo mirando hacia atrás.
Abraxo.
Apoyo lo de la estación zona.
Siempre que llovió al rato sale el sol. Y casi seguro que cualquier monstruo desaparece con la claridad.
La lluvia limpia ...
Al rato, puede ser a un "largo rato", todo depende de lo congestionado del cielo. Pero, aunque no lo veamos , el sol siempre está.
Abrazos
No sabés qué lindo vientito de primavera hay en Monserrat esta noche. Lástima que hay que ir a hacer noni noni.
Me recordaste un viejo poema mío que decía algo así como "desescribir el diario alterno escribiendo tu cuerpo". Era un poema un poco subido de tono.
Rain, ya veo que estás disfrutando de tus vacaciones bloguera de lo lindo.
Espero que lo estés pasando bien.
Un saludo.
Amiga Rain, ¿cuándo volverás?
esa melancolía creadora no nos pone a salvo de nada, querida rain; nos expone continuamente a nosotros mismos como máximos monstruos.
al menos en mi caso...
un abrazo.
Rain, cada vez mas cheto tu blog!!! Ojala dieras un taller y yo me hincarìa a tus piues inhalando tu conocniemtos virtuales y de los otros tambien, clato, en serio sin picardía...saludetes
Rain, qerida, te dejè comentario halagüeño en mi blog, te lo mereces...Y saludo a vos y a tu hijo
¿Para cuándo más? 2 años...yeah.
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